Padre Jonattan Muñoz: "Los servidores nos reconocemos porque amamos"
El encuentro que se realizó entre el 13 y el 15 de mayo, reunió a 50 jóvenes del equipo de servicio de la Arquidiócesis de Santiago, el cual finalizó con la eucaristía presidida por el Vicario de la Esperanza Joven, padre Jonattan Muñoz.
Desde el pasado viernes 13 hasta el domingo 15 de mayo y bajo el lema “El Señor está aquí y te llama”, la Vicaría de la Esperanza Joven desarrolló el Encuentro de Oración de Servidores de la Esperanza en la Hacienda Picarquín, con el objetivo puesto en que los jóvenes servidores de la esperanza pudieran reconocer su identidad y el llamado particular que Jesús les hace.
El encuentro estuvo marcado por ser el primero post pandemia, en el que los asistentes vivenciaron y reflexionaron mediante diferentes signos el rol del servidor, su identidad, la misión y visión de este servicio. En la jornada sabatina, se entregaron los nuevos petos a quienes asumían nuevos roles de coordinación zonal y a María Victoria Vegas, como la nueva Encargada directa a nivel arquidiócesano del Equipo de Servicio. Durante el día domingo se celebró la misa, en la que el Vicario de la Esperanza Joven comentó en su homilía sobre el Evangelio del nuevo mandamiento que entrega Jesús, que es el amor. “Dios en este Evangelio hoy día consagra el servicio desde una categoría particular, desde el amor. Quien ama, no puede sino servir, y cuando uno sirve es porque está amando”, señaló.
Además, añadió que, “el servidor no se reconoce por el peto, sino porque sirve. Los servidores que estamos acá no nos reconocemos por lo que portamos, sino porque amamos. El mundo no se cambia, porque nos llenemos de ideales, sino porque empezamos. Y esto, hoy día es el desafío, empezar. ¿Cómo, por dónde, cómo configurar nuestra identidad y misión entre nosotros? Hoy comencemos en primer lugar, amándonos entre nosotros, cuidándonos, respetándonos, haciendo de esto un lugar seguro, haciendo de esto un lugar fraterno, haciendo de esto un lugar de hermanos".
Para Carlos Huerta, miembro del equipo de servicio de la Zona Centro, una de las principales motivaciones de este grupo es “la alegría que podemos darle a toda la gente que viene a vivir esta experiencia con Cristo y nosotros podemos ayudar en eso”. A su vez, Lorena Troncoso, ha sido parte de este equipo hace 24 años, primero como voluntaria y luego como asesora. Siempre con la necesidad de ir en busca de algo que “le faltaba a mi vida”, señaló. Para la actual Asesora del Equipo de Servicio de la Zona Oeste, esta misión “se transformó en un estilo de vida. Se convirtió en querer ser más similar a lo que es Cristo y seguir viviendo así, entregando esta experiencia a los demás”.
Para Graciela Doria, nueva coordinadora del Equipo de Servicio de Colina, este grupo es una familia. “Cada vez que uno está mal, el otro está ahí. Lo comprobé el año pasado cuando estuve intubada a causa del covid. El equipo estaba muerto y se reunieron a rezar el rosario, sólo por una oración por mí, ahí te das cuenta que el equipo realmente es familia”, comentó.
Brando Ulloa, miembro del equipo de servicio de la Zona Norte dijo que, “este ha sido un espacio que me ha dado crecimiento en distintos ámbitos de mi vida. Acá vieron algo en mí y he podido ir desarrollando cierto liderazgo, ciertas herramientas para poder llevar esto acabo”.
Entre los miembros del equipo de servicio completaron una hoja con los compromisos y desafíos para este año 2022, con la misión puesta en amar a Dios y dejarse amar por él, como fuente de su vocación de servicio y ayuda a los demás.
Fuente: Iglesia de Santiago