Navidad con el Hermano supera su meta y logra reunir más de 11 mil cenas
Este jueves se entregaron las cajas que reunió la campaña de ayuda fraterna, cuyo objetivo es que las familias que viven en situación de vulnerabilidad, puedan celebrar también el nacimiento de Jesús. Según el padre...
Este jueves se entregaron las cajas que reunió la campaña de ayuda fraterna, cuyo objetivo es que las familias que viven en situación de vulnerabilidad, puedan celebrar también el nacimiento de Jesús. Según el padre Jaime Tocornal, vicario de la Pastoral Social Caritas, en esta cruzada “el que da tiene un gozo grande” y quienes reciben los alimentos lo hacen “con una alegría muy grande en el corazón, porque se dan cuenta que en otro lugar de Santiago hay alguien que es capaz de privarse de algo para que yo tenga una Navidad más plena”.
Este 23 de diciembre se realizó en la parroquia Salesiana Sagrada Familia, ubicada en Macul, la entrega de cenas donadas por personas de diferentes comunas de la capital a familias que viven en situación de vulnerabilidad.
Se trata de una campaña solidaria que se realiza hace unos 30 años y que este 2021 necesitaba reunir al menos unas 8.700 cajas de alimentos para familias que se habían inscrito para recibirlos en diferentes parroquias de Santiago. Sin embargo, la cruzada superó toda expectativa y logró reunir 11.055 cenas completas para familias de la capital.
Eduardo Ceballos, encargado de campañas solidarias de la Vicaría Pastoral Social Caritas del Arzobispado de Santiago, dijo que “ha sido una campaña tranquilizadora” por las cifras que alcanzaron “pero también desafiante, porque había mucha logística al ser una mayor cantidad de cenas”.
Ceballos explicó que la caja de alimentos en realidad es para más que una cena. “Tiene arroz, fideos, salsa de tomate, atún, y lo clásico de esto es el pan de pascua. Y lo que corona la cena es el pollo, que es parte de lo que también se entrega”, aseguró.
Durante la jornada, autos, camiones, camionetas e incluso taxis fueron ingresando a las dependencias de la parroquia, mientras jóvenes con petos rojos de la campaña fueron cargando uno a uno los pollos en estos vehículos, que luego serán repartidos a las familias, para que celebren el nacimiento de Jesús.
De uno de los vehículos descendió Eva Lara, encargada de ayuda fraterna de la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación de Cerrillos, quien lleva 25 años participando en la campaña y en esta ocasión fue a buscar 170 cajas para familias de su comunidad. Lara contó que entregar estos alimentos a los más necesitados “es lo más maravilloso que puede pasar”. “Se le explica que no es la parroquia la que regala, sino que unos hermanos lejanos que no nos conocen, pero que sienten esa comunión con nosotros y están preocupados de las necesidades. Entonces, hay una emoción muy grande, fuera de la caja en sí. El gesto de la gente de entregar este obsequio es muy hermoso”, dijo.
En tanto, el padre Héctor Donoso, párroco de San Francisco de los Pajaritos, ubicada en Maipú, al ir a buscar los alimentos afirmó que la campaña “ha permitido sensibilizar frente a la crisis, no solamente de pandemia sino también social”. “Viene mucho anciano abandonado, muchas familias solas, también gente de calle, migrantes… Como diría el padre Hurtado: ‘En aquellos pequeños patroncitos vemos rostros de Cristo’. Más que un asistencialismo solamente” se busca “promover la dignidad de aquellas personas en este tiempo de Navidad”.
Por su parte, Alberto Torres, uno de los voluntarios con petos que tiene 20 años, señaló que se sumó a esta causa porque en su casa con su familia “estamos bien, podemos tener una linda cena, pero sé que muchas familias de nuestro país no son así”. Torres dijo que el voluntariado comenzó el día anterior a las seis de la tarde, cuando llegaron los alimentos a la parroquia. “Algunos se fueron de aquí tipo doce o dos de la mañana” y llegaron este jueves temprano a repartir.
Por último, el padre Jaime Tocornal, vicario de la Pastoral Social Caritas de Santiago, reveló que la campaña nació “para compartir el gozo de la Navidad (...). Como dice San Pablo, más alegría hay en dar que en recibir” y quienes reciben los alimentos lo hacen con “una alegría muy grande en el corazón, porque se dan cuenta que en otro lugar de Santiago hay alguien que es capaz de privarse de algo para que yo tenga una Navidad más plena”.
“Es una forma concreta de hermanarse entre dos familias que seguramente no se conocen y no se van a conocer, pero saben que hay alguien que ha pensado en mí y eso es como el eco de la Navidad. Cuando Dios envía a su hijo uno cree que es una cosa solamente mística. No, tiene gran repercusión social. Si Dios se preocupa así por nosotros y nos hace hermanos, y nos hace hijos, ¿cómo yo no voy a entrar en esa cadena de solidaridad? Por eso el amor a los demás, especialmente a los más pobres es una consecuencia, la primera que nace de esa venida de Jesús”, puntualizó.
Fuente: Iglesia de Santiago